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Defensoras y defensores de territorios afectados por la minería comparten perspectivas de lucha y construcción articulada de Buen Vivir Comunitario


Entre los días 16 y 21 de este mes de agosto, las Comunidades de Belisario, en el departamento de Muriaé, del Estado de Minas Gerais, de Brasil, hospedaron a un grupo de más de treinta personas provenientes de territorios de Méjico, Guatemala, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil y Argentina.

El Encuentro, promovido por la Red Iglesias y Minería (RIM), estuvo organizado como parte de un proceso orientado a compartir saberes nacidos de las luchas que protagonizan las comunidades organizadas para defender sus territorios y modos de vida. A partir de esto, confrontar nuestros saberes y sentí-pensamientos con las lógicas dominantes del sistema extractivo para desenmascarar las falacias de sus discursos.

Desde Be. Pe., como organización integrante de la RIM, venimos participando de este proceso a través de Pato y Rosi, quienes conforman el equipo facilitador de este diálogo de saberes. Al mismo tiempo, invitamos a dos referentes de las luchas que se dan en territorios diaguitas que la colonización ha denominado Catamarca. Uno de ellos, José

Hernán Gutiérrez, cacique de la Comunidad de la Quebrada, en Santa María, e integrante de la Unión de Pueblos de la Nación Diaguita (UPND). En representación de la Asamblea Fiambalá Despierta y de Acampa (la Asociación de Campesinas y Campesinos del Abaucán) fue elegida la compañera Ketty Perea. Completando el grupo argentino presente en el Encuentro, participó el compañero Ángel Callupil, de Trelew, Chubut, en representación del Nodo Argentino de la RIM. 

En convivencia con la exuberante belleza natural que enmarca el Encuentro, pudimos dialogar con representantes de pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes, quilombolas, campesinas y urbanas; nos empapamos de las múltiples realidades y de una diversidad de contextos que tienen como eje central la lucha contra la minería.

Fray Gilberto Teixeira, franciscano de la Fraternidad Santa María de los Ángeles y responsable de la parroquia de Belisário, destacó el significado de acoger el encuentro en una comunidad que se une para decir no a la minería en una región caracterizada por la preservación de la Mata Atlántica y por ser un patrimonio hídrico que abastece a los ríos de la región sureste. “Nos damos cuenta de que la minería causa violencia en todo el mundo e impone sufrimiento a muchas realidades. Estamos aquí con otras experiencias que defienden a la Madre Tierra, desde un llamado a la conversión ecológica integral, y a reforzar nuestras acciones para que el desastre minero y su proyecto de muerte no llegue a este territorio”, señaló al comienzo del Encuentro.

A lo largo del proceso de desenmascaramiento que venimos protagonizando, comprobamos que la espiritualidad es el elemento central que motiva y sostienen la lucha de las comunidades “guardianas de la Casa Común”, como se nombraban en el Encuentro.

La diversidad de la Casa Común es nuestro altar y lo que nos une es la defensa de la vida”, sostiene Nery Orlando Dias, de Poqomam, comunidad maya de la región sur del departamento de Chiquimula, en Guatemala. El intercambio de espiritualidades y conocimientos se dio desde la diversidad de resistencias y manifestaciones de fe que impulsan la defensa de la vida. “El encuentro tiene un gran significado para nuestra Abya Yala por comprender nuestras luchas pacíficas desde las espiritualidades que nos mueven como comunidades. Caminamos a la luz del proyecto de paz y justicia que nos entrega el Papa Francisco a través de la encíclica Laudato Si”, recuerda el chamán maya que viajó desde Guatemala a Brasil para unirse al grupo.

En otra instancia del compartir, Nery comentaba: “Las manifestaciones de espiritualidades de cada cosmovisión son fuente de la diversidad de luchas. Es lo que nos motiva a seguir y entendemos que nuestras espiritualidades se manifiestan en nuestras acciones. Entonces, aunque estemos en una diversidad de espiritualidades –cristianas católicas, cristianas protestantes, indígenas, negras, de comunidades tradicionales– la unidad se siente en la defensa de la vida y la resistencia desde la paz”.

En este sentido, en el marco del debate sobre la continuidad histórica que, desde 1492, tienen las luchas de nuestros pueblos, y las amenazas actuales que perciben, consideramos de particular interés las voces de mujeres y varones jóvenes que resonaron en el encuentro con claridad profética:

Una lidereza del pueblo indígena Wayúu, de la región de La Guajira, al norte de Colombia, señala las nuevas “epidemias colonizadoras” que llegan con las empresas violando las espiritualidades en los territorios de los pueblos indígenas. “La espiritualidad de nuestras abuelas, los sueños que tienen y cómo nos muestran el camino, ha sido tachada de brujería por las religiones cristianas y neopentecostales que son utilizadas por las empresas para eliminarnos. El modelo de evangelización que ha llegado a nuestros territorios de la mano de las empresas mineras es, aún hoy, irrespetuoso con nuestras culturas. La medicina tradicional está prohibida. Están prohibidos los bailes y rituales. La evangelización colonizadora nos hace perder la esencia de lo sagrado que tenemos como pueblo. Las Iglesias que devalúan nuestras culturas llegan juntas con un mensaje de desarrollo y son las que imponen una minería y economías que no son las nuestras”.

Vanessa Guajajara, indígena de Maranhão, señaló la urgente necesidad de crear espacios de escucha y diálogo con enfoque decolonial, como el Encuentro vivido en Belisario. Ella nos decía: “Participar en este espacio es como un remedio para las heridas del pasado. No es fácil estar aquí porque nos recuerdan la violencia histórica. Estos días sirvieron como un desintoxicante que nos liberó del pasado de colonización de los pueblos indígenas y nos permitió pensar en pasos juntos”.

En sintonía con estas perspectivas decoloniales, José Hernán, el cacique que representa a la UPND, analiza la condición colonial y la perversa relación entre fe y progreso que enmascaran los discursos pro-mineros:

Siempre se ha percibido un proyecto de supremacía sobre los pueblos indígenas. Hoy este proyecto surge debido a un nuevo error llamado transición energética. En el pasado este proyecto venía con la biblia que servía para saquear nuestros territorios. Hoy en día, las empresas mineras también utilizan a las Iglesias para venir a robarnos con estos proyectos mineros”.

Y aporta una clave de discernimiento para seguir andando caminos de lucha compartida:

Si quieren estar con nosotros en el camino, en nuestras luchas, y juntos proponemos otros modelos de mundo, es necesario respetar nuestras culturas, nuestros conocimientos. Nuestras espiritualidades se basan y nos guían en el sol, en los animales, en la naturaleza. No como un dominio de la Tierra, sino como una relación muy estrecha”. 

Por último, José Hernán recuerda cómo las Iglesias, durante siglos, fueron instrumentos para borrar las culturas indígenas y demonizarlas:

“Recuerdo que los ancianos contaron cómo los nombres de nuestras comunidades, que estaban en nuestro idioma kakán, fueron cambiados por nombres de santos. Hoy ya no hablamos nuestro idioma. Dicen que para bautizarnos primero teníamos que entregar nuestros objetos sagrados”. 

Desde estos debates y presupuestos de cosmovisiones ancestrales, el Encuentro nos permitió trazar un itinerario que nos permita profundizar las resistencias y multiplicar las re-existencias que se están generando en nuestra Abya Yala. Natalia Sierra, profesora socióloga de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y una de las organizadoras del encuentro, señalaba:

“Son espacios como estos los que permiten debatir las falsas alternativas que se presentan desde una élite global, como la transición energética, crédito de carbono y otros. Frente a estas propuestas que legitiman el modelo de dominación, es necesario seguir caminando para desenmascarar discursos falaces que no responden a las aspiraciones de los pueblos”.

Y desenmascarar, entendemos, consiste en decir y hacer, en mantener con la práctica las palabras que pronunciamos, en cuidar y sostener esa fidelidad que manifiesta, en la acción, la espiritualidad que nos anima.

Entonces, desenmascarar será siempre un desafío. Como el que queremos asumir desde Be. Pe.: unir las luchas de las organizaciones y comunidades que resisten al modelo capitalista, colonial y patriarcal. Entretejer las prácticas de movilización con las de la economía social y solidaria; promover instancias de formación que abran horizontes de organización y autogestión, de reconocimiento de nuestras culturas ancestrales y de re-aprendizajes de saberes milenarios.

Para todo ello, queremos seguir el ejemplo de la respuesta política – cultural dada por los pueblos de Ecuador en el histórico plebiscito ocurrido, justamente, cuando transcurría el último día de Encuentro en Belisario. Como si fueran ecos de la misma Pacha que nos alienta y alimenta, el Movimiento Yasunidos –del pueblo plurinacional de Ecuador- ha logrado habilitar la propuesta política más novedosa, revolucionaria y a la vez esperanzadora surgida desde abajo: la propuesta de dejar el petróleo bajo Tierra en el Yasuní y preservar de la minería al territorio del Chocó Andino.

El resultado logrado en esta contienda auténticamente democrática nos ilumina, nos mueve y nos con-mueve a decir Sí a La Vida. En sintonía con las comunidades del país más pequeño de nuestra Sudamérica, nos comprometemos a favorecer la unión de las muchas y diversas fuerzas que pueblan nuestros valles y montañas. Desde nuestros territorios minados, honrando los espíritus de cerros mutilados y aguas envenenadas, manifestamos nuestra decisión de contribuir en la tarea de poner un freno a la maquinaria de destrucción y degradación montada en nombre del progreso. En esta decisión se nos va la vida.

[1] Algunos párrafos de este documento han sido tomados de la nota publicada por la Red Iglesias y Minería en https://cepastcnbb.org.br/intercambio-de-saberes-comunidades-e-organizacoes-de-fe-discutem-caminhos-para-cuidado-da-casa-comum-frente-as-violencias-da-mineracao/

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